Hace unas semanas atrás hablábamos del gigante Microsoft, el cual lograba comportarse como un monopolio al ser el único sistema operativo disponible con la compra de un PC.
Actualmente existen otros sistemas operativos para aquellos que no quieren
trabajar con Windows ya sea porque no satisface sus necesidades o porque
prefiere otros. Como por ejemplo, Linux, Mac OS X, entre otros.
Aún así, Microsoft no desiste, mantiene un lucha persistente para continuar siendo el gigante, trata de
comportarse como un “monopolio legal” aunque a veces no lo consigue, y de ahí
las innumerables denuncias por prácticas monopolísticas.
A continuación hablaremos de algunas de las prácticas que Microsoft ha llevado
a cabo para persistir en su objetivo. Las
prácticas a las que nos referimos son las llamadas compras “escondidas”, las
cuales son habituales en las grandes empresas. Consiste en la compra de pequeñas
empresas o aplicaciones de estas para bloquear el mercado o sacar aplicaciones
como propias (aunque han sido compradas) o comprarlas para impedir que salga al
mercado un producto de la competencia que sea mejor que el propio.
Microsoft las ha realizado en muchas ocasiones, para así impedir cualquier
posible entrada de una empresa competidora en el mercado que pudiera poner en
peligro su posición dominante y consecuentemente evitar posibles disminuciones
en su alta cuota de mercado, o por el contrario seguir creciendo y captar mayor
segmento de mercado.
Seguidamente explicaremos algunos ejemplos:
Para empezar podemos hablar del primer Explorer que comercializó Microsoft
cuando se dio cuenta que el Windows 95 no tenía navegador. Con esta
apuesta consiguió desbancar al que era líder en aquel entonces, Netscape Navigator, y debido a la
integración del navegador con el sistema operativo, llegó a poseer cerca del
95% de la cuota de mercado.
En 1996 compra Hotmail por unos $400 millones, uno de los primeros
servicios de email gratuitos.
En 1999, Microsoft compró 5,000 millones de dólares en acciones del gigante
telefónico AT&T Inc con el objetivo de ubicar al software Windows en el
segmento de descodificadores, aunque no logró la entrada deseada en el
emergente mercado de banda ancha por cable.
En 2007, Microsoft dio un gran golpe con la compra de una participación del
1.6% en la red social Facebook por 240 millones de dólares. La participación
hoy vale mucho más y allanó el camino para una cooperación entre Facebook Inc y
el programa de correo electrónico Outlook y el motor de búsqueda Bing, ambos de
Microsoft.
Y un último ejemplo bastante reciente es el de la compra de Skype en mayo
del 2011 por un valor de $8.500 millones. Con esta adquisición lo que
pretende es extender sus dominios en el mundo de la comunicación,
entretenimiento e información, ganar terreno en el mundo online y reforzar su
negocio en los Smartphones (de hecho ha conseguido que Nokia acceda a utilizar
su software Windows en sus teléfonos inteligentes, pagando más de 1,000
millones de dólares. Integrando también Skype en ellos.).