lunes, 18 de febrero de 2013

La liberalización del mercado del gas

Tradicionalmente, los gobiernos pensaban que el sector de la energía era un sector estratégico y demasiado importante como para dejarlo en manos del mercado. El mercado del gas natural era considerado como un monopolio natural y generalmente era el Estado quién lo controlaba. Como consecuencia de las crisis energéticas de los años setenta, el sector pasó por reformas que tenían como objetivo la apertura del mercado a la competencia para reducir los costes y conseguir eficacia en el mercado.

Como iniciativa, la primera Directiva de la Unión Europea puso fin a los mercados monopolísticos nacionales: Gas Natural en España, Gaz de France en Francia, Rurhgas en Alemania, Grupo Snam en Italia, Gasunie en Holanda, Distrigaz en Bélgica, Galp en Portugal, OMV en Austria, etc. Pero a pesar de esta prohibición no se podía combatir de forma completa esta forma monopolistica dada la existencia de contratos a largo plazo entre importadores y productores de gas, esto dificultaba la detención del monopolio y como consecuencia el surgimiento de competencia en el sector.  
Actualmente, los contratos a largo plazo siguen siendo ampliamente utilizados entre productores y comercializadores, el 80% de las importaciones de la UE están sometidas a contratos a largo plazo. La diferencia principal entre el momento actual de liberalización y la situación anterior de monopolio en relación con estos contratos a largo plazo es que mientras que el número de productores se mantiene, el número de comercializadores ha multiplicado por diez.

Centrándonos en la situación actual de España, a pesar de los cambios, la empresa Gas Natural sigue teniendo una posición de dominio sobre el mercado, aunque continuos cambios legislativos han ido facilitando la entrada de nuevos competidores con cuotas por encima del 5% en producción/ importación.

Desde un punto de vista más global, a diferencia de lo que ocurre en el mercado eléctrico, España es uno de los países que más ha avanzado en la liberalización del gas natural, y que ha conseguido una mayor competencia. La relativa posición favorable de España entre el resto de los países europeos es debida principalmente a las mejoras que se han producido en la adquisición del gas natural. El reparto entre diferentes empresas, mediante subasta competitiva, de un 25% del gas procedente de Argelia hasta el 1 de enero de 2004 supuso un factor importante para darle vida al sector. Por otra parte, el organismo regulador de los mercados energéticos CNE destaca el hecho de que desde el 1 de enero de 2003 ninguna empresa puede importar gas natural para su consumo en España en una cuantía superior al 70% del consumo nacional. Como consecuencia de todos estos hechos, este sector poco a poco va pasando de lo que era una situación monopolística a una competitiva.

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